"Entre todos la mataron y ella solo se murió", podría ser el epílogo de una crónica ya anunciada del programa televisivo "ENTRE TODOS", de emisión diaria en la cadena pública nacional.
El detonante fue el pasado miércoles 25 de febrero cuando la presentadora Toñi Moreno respondió a una participante en relación a unos supuestos malos tratos recibidos de su expareja:
"los malos tratos se denuncian o se calla una para el resto de la vida".
Sin duda alguna, el comentario es totalmente desafortunado, la importancia del lenguaje es tan fundamental en la forma como el fondo y éste es un claro ejemplo de ello.
Al día siguiente solicitó perdón " a todas las personas que pueda haber herido con mis palabras".
No obstante, la Caja de Pandora se ha abierto y cada cual ha elegido el viento más favorable:
- El PSOE va a solicitar la retirada inmediata del espacio televisivo.
- La defensora del espectador Elena Sánchez expresaba lo siguiente:" por su forma y contenido no puede ser más que polémico pues hace referencia a situaciones personales muy difíciles".
- La presidenta del Consejo General de Trabajo Social ha denunciado que el contenido del formato vulnera su código deantológico y promueve la sustitución de los derechos sociales por la caridad.
- CERMI (Comité Español de Representantes de Personas con discapacidad) también muestra su malestar pues a su juicio se proyecta una imagen hiriente, lesiva y esteriotipada.
- Distintos medios de comunicación se refieren a él como "el programa de la caridad".
- Se ha indicado los ingresos que percibe la presentadora como alimento al rechazo, sin tener en cuenta que desempeña un trabajo y por tanto como contraprestación percibe un salario.
En alguna ocasión he visto el programa y es cierto que presenta de una forma muy real la desesperación de personas en situaciones límite, pero también no es menos cierto el principio de SOLIDARIDAD de otras muchas con dificultades que aún así aportan su granito de arena y eso señores no es caridad.
Sin embargo, reconozco que cuando uno finaliza del ver el programa le embargan sentimientos contradictorios.
El espacio deja en evidencia "un reparto de miseria muy extendido" y la mayor de todas, la gran incapacidad de gestión e ineficacia de la clase política, las comunidades autónomas y en particular del gobierno para minimizar su impacto.
Cada familia que pide dinero para la terapia de un hijo, un coche adaptado para pasear, una grúa para poder mover a un familiar..... lo que muestra es la vergüenza de las instituciones que tarde tras tarde les recuerdan que incumplen una y otra vez el principio de bienestar social, las mismas que se rasgan las vestiduras pidiendo su retirada pues "juegan con los sentimientos de las personas".
Estas que han reducido la ley de dependencia a su mínima expresión, dilatan en el tiempo las solicitudes de prestaciones básicas y sumergen a las personas en un laberinto burocrático infinito, por ello Sra. Presidenta del Consejo de lo social, no es un programa de televisión el que promueve el cambio de lo social a la caridad, de ello ya se encargan ustedes con su ineptitud.
Sin duda, esta gran metedura de pata les ha venido muy bien para intentar retirar de la parrilla un espacio que se ha convertido muy molesto e incluso con repercusión internacional " el programa de los pobres", lo titula el periódico francés "Le Figaro", ya que deja en absoluta evidencia nuestra espectacular salida de la crisis.
En mi opinión este tipo de espacios populistas no deberían de existir pero se ha convertido en la única tabla de salvación inmediata para muchos, ayudar para otros y mirarse el ombligo otros tantos...... A QUIEN CORRESPONDA.
Un abrazo a todos.
- CERMI (Comité Español de Representantes de Personas con discapacidad) también muestra su malestar pues a su juicio se proyecta una imagen hiriente, lesiva y esteriotipada.
- Distintos medios de comunicación se refieren a él como "el programa de la caridad".
- Se ha indicado los ingresos que percibe la presentadora como alimento al rechazo, sin tener en cuenta que desempeña un trabajo y por tanto como contraprestación percibe un salario.
En alguna ocasión he visto el programa y es cierto que presenta de una forma muy real la desesperación de personas en situaciones límite, pero también no es menos cierto el principio de SOLIDARIDAD de otras muchas con dificultades que aún así aportan su granito de arena y eso señores no es caridad.
Sin embargo, reconozco que cuando uno finaliza del ver el programa le embargan sentimientos contradictorios.
El espacio deja en evidencia "un reparto de miseria muy extendido" y la mayor de todas, la gran incapacidad de gestión e ineficacia de la clase política, las comunidades autónomas y en particular del gobierno para minimizar su impacto.
Cada familia que pide dinero para la terapia de un hijo, un coche adaptado para pasear, una grúa para poder mover a un familiar..... lo que muestra es la vergüenza de las instituciones que tarde tras tarde les recuerdan que incumplen una y otra vez el principio de bienestar social, las mismas que se rasgan las vestiduras pidiendo su retirada pues "juegan con los sentimientos de las personas".
Estas que han reducido la ley de dependencia a su mínima expresión, dilatan en el tiempo las solicitudes de prestaciones básicas y sumergen a las personas en un laberinto burocrático infinito, por ello Sra. Presidenta del Consejo de lo social, no es un programa de televisión el que promueve el cambio de lo social a la caridad, de ello ya se encargan ustedes con su ineptitud.
Sin duda, esta gran metedura de pata les ha venido muy bien para intentar retirar de la parrilla un espacio que se ha convertido muy molesto e incluso con repercusión internacional " el programa de los pobres", lo titula el periódico francés "Le Figaro", ya que deja en absoluta evidencia nuestra espectacular salida de la crisis.
En mi opinión este tipo de espacios populistas no deberían de existir pero se ha convertido en la única tabla de salvación inmediata para muchos, ayudar para otros y mirarse el ombligo otros tantos...... A QUIEN CORRESPONDA.
Un abrazo a todos.
Una observación: El programa es de la cadena pública nacional, no de una cadena privada; luego está pagado con impuestos de todos. ¿No sería más lógico en una sociedad estructurada que ese dinero fuera directamente a la ayuda para la dependencia, microcréditos públicos, o asistencia social? Si fuese una cadena privada, aunque me repulsa la idea de este tipo de programas (que además no he visto), todavía tiene un pase. Ya sabemos que la idea general que tienen todas las televisiones en España es que no tienen labor de educar (ni siquiera la2, que tiene vocación de aburrir últimamente), pero si quieren emitirlo con dinero privado (o semi-privado), adelante. Otra cosa es que el dinero público se gaste en programas que (al menos por lo que he leído) fomenta la caridad y deja en evidencia la falta de garantías de los recursos públicos. Y por último: ¿será precisamente ésta la idea del programador? ¿Una idea ultraliberal donde se resalta que la solidaridad privada va a funcionar mejor la cobertura pública?
ResponderEliminar!Hola! efectivamente como indico en el artículo el programa lo ofrece la cadena pública, lo que convierte todo este tema con mayor dolo, o como tu dices, realmente es su verdadera intención? sustituir el bienestar social por caridad como único medio de acceso a algunas necesidades haciendo una verdadera apología de economía o mercado totalmente liberal.
ResponderEliminarUn abrazo,
En este país los únicos que no pueden equivocarse son los trabajadores ¿a dimitido algún ministro porque hiciera algo mal?¿han metido en la cárcel a alguien por meter la mano en el cajón ¿yo no digo que este bien lo que dijo ? ¿pero los demás lo hicieron bien? un abrazo.
ResponderEliminarHola papá lamentablemente hay un doble rasero para todos
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