"Escocia ha votado con la cabeza y no con el corazón", se ha podido leer en varios artículos de prensa estos días tras el referendum escocés.
A muchos les ha sorprendido el diferencial de 10 puntos, frente a las encuestas que otorgaban un empate técnico y tenían en jaque a media Europa.
Me da la impresión, que nuevamente los políticos en general han subestimado al pueblo, en este caso tanto a los escoceses como a los británicos.
Los primeros pensando que el amor a una bandera sería suficiente para llevar adelante su sueño, un nuevo país; el refrán: " contigo pan y cebolla", bastaría para construir un nuevo estado, sin moneda, sin bancos, sin empresas, sin Europa........ solo el amor y el petroleo del Mar del Norte.
En cuanto a los segundos, por considerarlo una quimera y no permitir que esa identidad diferente pero complementaria en el país, tuviera un tiempo y un lugar activo en el Reino Unido.
Esto ha provocado el sentimiento de rechazo del que no se siente querido y justo al "sentimiento de respeto, cariño y unidad", han tenido que apelar el gobierno británico in extremis para evitar la ruptura. Y es que señores ha ganado el "no" pero..................con condiciones.
Por ello, pienso que es una gran victoria para el pueblo escocés con independencia de su voto, ha sabido sacar el máximo partido del resultado: permanecer dentro de la gran cobertura que pueda ofrecer un país como el Reino Unido, estableciendo una hoja de ruta con una gran capacidad para el autogobierno.
En paralelo en nuestro país, creo que este resultado nos debería llevar a otro planteamiento frente al actual en que no existe diálogo, alimentando si cabe con mayor énfasis ese deseo independentista.
Obviamente se debe hacer dentro de la legalidad y por lo tanto dentro de la Constitución, sin embargo ésta también puede modificarse, evolucionar atendiendo también a las necesidades de nuestra sociedad actual.
El Reino Unido ha dado un ejemplo de madurez democrática, acaso nos da miedo la respuesta y por ello no lo permitimos?.
Si fuera así, estamos muy equivocados, pues solo alimentamos más el envolverse en otra bandera y en transmitir un sentimiento de rechazo del resto de España falso.
Si se permite votar al pueblo catalán, solo así podrán decidir libremente, pues dispondrán de toda la información y contemplar todas las opciones.
Hasta la fecha solo se refugian en un símbolo como señal de protesta, pues le han vendido que España les roba, no les quiere y no les permite el derecho a votar; todo ello para ocultar la presunta corrupción del gobierno catalán y exponer la realidad que se enfrentarían:
- Fuera de Europa y por tanto fuera del Euro.
- Sin empresas: éstas ya han manifestado su actitud frente a una posible escisión.
- Una clase política presuntamente corrupta.
Ahora más que nunca hay que demostrar que con diálogo , transparencia y sobre todo POLÍTICA, la confianza que depositan con su voto los ciudadanos se les devuelve a ellos, como símbolo de la libertad que nos otorga nuestra democracia y con la madurez suficiente para asumir cualquier resultado.
Un abrazo a todos/as.