Lunes 13:05 horas el Rey comunicaba a todos los españoles su abdicación tras 39 años frente a la Jefatura del Estado.
Una decisión meditada y tomada a principios de año junto con la necesidad de un cambio generacional, han sido los principales argumentos enunciados.
A partir de aquí todo un rosario de manifestaciones y razones de los" verdaderos motivos", que van desde el desgate físico y mental hasta la desafección por la institución, han inundado casi al 100% todos los medios de comunicación de nuestro país.
Un hecho relevante y a la vez natura, dentro del contexto legal actual, pero quizás en situación antagónica frente a una parte de la sociedad, que reclama un referedum que refrende al nuevo rey o la instauración de una República.
En primer lugar, en mi opinión el principal motivo de la "jubilación" se debe a la deblaque de las elecciones europeas, ha dejado un escenario político muy diversificado, sobre todo ha roto el bipartidismo y las mayorías absolutas.
Precisamente esta mayoría se convierte en vital para promulgar una ley que permita la abdicación, ya que su desarrollo se realiza a través de Ley Orgánica y es necesario 2/3 de la Cámara.
Con este escenario, ¿ podía el Rey esperar a las próximas elecciones con un resultado similar al actual y poner en peligro no solo la abdicación si no la institución?- Evidentemente no, ahora si dispone de los medios políticos y legales para hacer dicha transición de forma cierta ante una incertidumbre futura.
Otro aspecto no menos importante es el descontento social general con todas las instituciones por los casos de corrupción no resueltos, reclaman una reforma de la Constitución profunda y que sirva de forma efectiva a la sociedad actual..
Algunos como argumento principal alegan que es una Constitución que no han podido votar y por tanto no se sienten identificados con ella.
Aquí si me gustaría hacer una pequeña reflexión:
* Esta es la Carta Magna del concenso, la que nos ha permitido crecer y vivir en Democracia a mi generación aunque no la haya votado.
Por ello hay que valorar en su justa medida a todas esas personas tan dispares en ideas que supieron sacarla adelante y entre ellos se encuentra el Rey.
Las reglas del juego de nuestra democracia están escritas, nuestra generación debe recoger el testigo de ésta del tal forma que cualquier cambio tiene que hacerse respetando dichas reglas, en caso contrario como sociedad democrática no tendremos credibilidad y estaremos a merced de las minorías.
Monarquía o República, Ley electoral, referendun, aforados etc....... aspectos muy fundamentales que merecen una gran reflexión y por tanto ser discutidas y modificadas en su caso, pero señores en su lugar" nuestro congreso" con los partidos que se hayan votado, representando a la mayoría.
En un futuro próximo tendremos dos citas con las urnas, aquí demostraremos que nuevo escenario queremos y con él abordar todos los asuntos que la "mayoría" quiera modificar con madurez y serenidad y no a golpe de impulsos.
Nadie ha dicho que sea fácil pero si apasionante, seamos valedores de una generación anterior, que tras cuarenta años de dictadura(con un dictador muerto en su cama y con un heredero que mantendría supuestamente el regimen), configuró sin herramientas las reglas del juego que respetaron todos, despojándose cada uno de ellos de sus intereses particulares ante el bien común.
Un abrazo a todos/as.
Otro aspecto no menos importante es el descontento social general con todas las instituciones por los casos de corrupción no resueltos, reclaman una reforma de la Constitución profunda y que sirva de forma efectiva a la sociedad actual..
Algunos como argumento principal alegan que es una Constitución que no han podido votar y por tanto no se sienten identificados con ella.
Aquí si me gustaría hacer una pequeña reflexión:
* Esta es la Carta Magna del concenso, la que nos ha permitido crecer y vivir en Democracia a mi generación aunque no la haya votado.
Por ello hay que valorar en su justa medida a todas esas personas tan dispares en ideas que supieron sacarla adelante y entre ellos se encuentra el Rey.
Las reglas del juego de nuestra democracia están escritas, nuestra generación debe recoger el testigo de ésta del tal forma que cualquier cambio tiene que hacerse respetando dichas reglas, en caso contrario como sociedad democrática no tendremos credibilidad y estaremos a merced de las minorías.
Monarquía o República, Ley electoral, referendun, aforados etc....... aspectos muy fundamentales que merecen una gran reflexión y por tanto ser discutidas y modificadas en su caso, pero señores en su lugar" nuestro congreso" con los partidos que se hayan votado, representando a la mayoría.
En un futuro próximo tendremos dos citas con las urnas, aquí demostraremos que nuevo escenario queremos y con él abordar todos los asuntos que la "mayoría" quiera modificar con madurez y serenidad y no a golpe de impulsos.
Nadie ha dicho que sea fácil pero si apasionante, seamos valedores de una generación anterior, que tras cuarenta años de dictadura(con un dictador muerto en su cama y con un heredero que mantendría supuestamente el regimen), configuró sin herramientas las reglas del juego que respetaron todos, despojándose cada uno de ellos de sus intereses particulares ante el bien común.
Un abrazo a todos/as.
Buenos dias, tengo q decirte q respetando la forma de cada cual, debería de haber referéndum, es hora de q el pueblo español elija, y no seguir la herencia de Franco
ResponderEliminarYo también Bego que haya un referendum, que se cambie la ley electoral, pero en el lugar y con los reprensentantes que decidamos, no puede ser un impulso o calentón, por ejemplo veo más urgente el cambio de ley electoral, que la abdicación del rey, las consecuencias ahora entre uno y otro son totalmente distintas, pues como ciudadana me afecta más el primero y el segundo.
EliminarEn cuanto al referendun también pido reposo, pues si queremos un cambio hay que madurar que tipo de República hasta la fecha, todavía nadie ha dicho nada y esto si es lo principal que tipo queremos si, como la francesa, americana, ésto debe discutirse enl congreso.